El auge de la tecnología móvil y la expansión del uso de medios sociales ha convertido al consumidor actual en un ente activo con poder para influir sobre las marcas o prosumidor.

Prosumer

El consumidor de hoy en día basa sus decisiones de compras en su capacidad para buscar contenidos sobre sus marcas favoritas y en las opiniones compartidas por sus círculos sociales (familia, amigos, compañeros o desconocidos), dentro y fuera de la red.

La decisión de compra del prosumer se convierte en un proceso en el que participan directa o indirectamente múltiples usuarios. Los que comparten sus experiencias de compras, los que sugieren productos o servicios, o incluso los captadores de promociones que las hacen visibles para el resto de consumidores.

Pero no sólo el consumidor es social, sino que es móvil al requerir información según dónde se encuentre. La  tecnología móvil basada en la localización y las aplicaciones móviles pueden convertirse en grandes aliados o convertirnos en esclavos de ellos.

Este es el momento en el que el consumidor debe considerar un uso útil de las tecnologías que le aporte valor frente a un uso prisionero, carente de sentido.

También debe conocer las implicaciones que puede conllevar compartir información online, en aspectos tales como la privacidad, la seguridad o incluso la reputación online.

El consumidor-productor actual es prosumer, concepto acuñado por primera vez por Alvin Toffler en su libro «La tercera Ola» para desmitificar la fuerza de las grandes corporaciones frente a los consumidores en los años 80.

Este consumidor crítico online dispone del poder suficiente para que su voz sea escuchada por una audiencia universal.

Al ser un productor de contenidos, facilita a las empresas que  conozcan sus rasgos y preferencias. De ahí la expresión de prosumer o prosumidor, que proviene de las palabras inglesas producer (productor) y consumer (consumidor).

Las empresas deben prestar atención a las opiniones online de los consumidores y aprender de ellas. Entre sus objetivos debe estar la conversión online de los consumidores en aliados y embajadores de sus marcas. También la generación de comunidades online participativas y escuchar las críticas de sus usuarios, positivas o negativas, con una actitud  proactiva.

Este es uno de los aspectos de mi curso online práctico, al cual estáis invitados a participar, para la Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores (IEBS), en el cual también aprenderemos técnicas y herramientas de geolocalización social y móvil (realidad aumentada, códigos QR, NFC, entre otros) con el objetivo de que las empresas y los prosumers (consumidores inteligentes) saquen rendimiento de dichas tecnologías.

Os dejo un artículo mío publicado ayer en el IEBS denominado «Cómo la Geolocalización Social y Móvil puede ayudar a tu negocio» en donde explico cómo se integran la geolocalización y el social media para la empresa y prosumidor.

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